Copos de nata
¿Y si esta nieve
fuese una infinita
página en blanco?
¿Y si pudieras
dibujar sobre ella
líneas perpetuas?
Un mundo nuevo,
desde el principio mismo
y a tu medida:
un paraíso
que jamás se ensuciase
ni derritiese.
[¡Qué puntería tiene
la nieve de febrero!
Llenó de nata helada
los tiestos del balcón.]
fuese una infinita
página en blanco?
¿Y si pudieras
dibujar sobre ella
líneas perpetuas?
Un mundo nuevo,
desde el principio mismo
y a tu medida:
un paraíso
que jamás se ensuciase
ni derritiese.
[¡Qué puntería tiene
la nieve de febrero!
Llenó de nata helada
los tiestos del balcón.]
Foto de Salva Artesero

oh sí, la nieve y su infinita capacidad de devolvernos observadores asombrados. es tan rara, tan escasa, tan mágica...En mi balcón sus dientecillos fieros acabaron con los jacintos y con unas florecillas tan modestas que les olvidé el nombre. en fin, se le perdona todo a esta señorita de blanco polisón.
ResponderEliminarPeregrina
El so amable
ResponderEliminarde neu silenciosa:
aquesta pausa.
Celebro que la nieve nos haya puesto a los tres en este estado de embriaguez: maravillados, poéticos e introspectivos.
ResponderEliminarInmersos en este silencio -del que hablas, Harry-, hasta el frío le perdonamos a la nieve con su blanco polisón -ese que tú le viste, Eva-.
Besos a ambos.