L’hora dels adéus?

Que la figura del lector esté cada vez peor considerada entre las instituciones públicas quizá favorezca el calado popular de la literatura. Tal vez con ánimo de emprender una campaña subliminal de fomento de la lectura la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals barre de la parrilla del Canal 33 su mejor programa –de los pocos que podía ya el espectador seguir sin enrojecer de vergüenza ajena, de los aún menos en que aprendía algo el espectador entrega tras entrega–. Pero es bien sabido que toda cruzada deja a su paso cadáveres indeseados; en esta batalla concreta hacia la proscripción definitiva de los libros para su mayor gloria velamos hoy el más exquisito de esos cadáveres: se ha emitido por última vez «L’hora del lector». Cabe esperar que el Institut d’Estadística de Catalunya certificará mañana a primera hora un súbito aumento general del interés por la literatura, ahora que los estamentos le prodigan el menor sostén en años. Y seguro que el equipo del programa habrá aceptado de buen grado su desaparición en aras de tan sagrado fin; de hecho, por esta causa de nobleza inconmensurable, se atreve uno a aventurar que hubiesen accedido también a hacerse el haraquiri.

Lamentablemente, no hay causa tal en este borrón sin cuenta nueva de la programación. Si quedan idealistas, caballeros andantes defensores de los libros, desde luego no se hallan entre los que asfixian los escasos espacios de encuentro entre lectores y de conversación pausada con los escritores. Pero a quien no lee ¿qué más le dará que otros lo hagan?; ¿cómo podrá imaginar el placer inenarrable de la lectura?; ¿cómo va a figurarse la desoladora privación de una vida sin letras?

Esta noche de domingo, 26 de junio del 2011, espanta uno la tristeza de la despedida con la confianza en que este programa condenado y ejecutado resucitará con otro nombre en un canal de más luces. Emili Manzano, ¡levántate y anda!

Comentarios

  1. Lo están consiguiendo.
    Leo en el periódico de hoy que el 50% de los estudiantes de 15 años son pseudo-analfabetos (no comprenden nada o casi nada de un texto leído).

    Una antigua profesora de primaria nos decía: ¡Discurran!

    Pues eso.

    I visca els programes com "L'hora del lector"!

    Harry

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  2. Pepa Pertejo, ¡ándate levantada!

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  3. Pues eso, Harry, que ahora lo de discurrir va a la baja... Pero dicen que las modas vuelven, a ver si recobra interés eso de pensar. Seamos optimistas y pongamos nuestro granito de arena, compañero.

    Y sí, amigo anónimo, más tiesa que una vela intenta andar una siempre que puede. Le deseo lo mismo.

    Un cordial abrazo.

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