Papa Pertejo
Referencia de la vacante a la que opta: Papa de Roma
Nombre del candidato: Pepa Pertejo
Reverendísimos señores de la curia pontificia:
Me permito hacerles llegar mi candidatura para cubrir el mencionado puesto de trabajo, que según he podido saber quedará libre en breve. Les ruego que consideren detenidamente las muchas cualidades que me hacen apta para el empleo antes de convocar el cónclave que decidirá la sucesión. No estaría de más que enviasen una copia de esta carta a cada uno de los cardenales.
En primer lugar, habrán advertido que soy una mujer: no se precipiten descartándome por ello. Me abstendré de argüirles el asunto de la papesa Juana, que -cierto o no- es ya agua pasada. Soy mujer, sí, pero barbuda -mucho más viril en lo piloso que sus habituales Sumos Pontífices viejitos y pelados-, y tengo una sensibilidad femenina para el diálogo, para la elevación espiritual y para la atención a quienes lo necesitan. En mi pontificado, puedo asegurarles que escucharé atentamente a Dios; ahora bien, procuraré mantenerlo debidamente informado de cuanto acontece en el mundo para que pueda fundamentar sus decisiones. El Señor todo lo sabe, pero su omnisciencia tan pronto es suprema virtud como ligero inconveniente, pues quien mucho abarca, poco aprieta. Humildemente intentaré señalarle los aspectos esenciales, las urgencias humanas, el infierno en la Tierra... para que así el ejercicio de su omnipotencia obtenga efectos benéficos universales.
Además, tengo carnet de conducir, mi propio twitter, y hablo un latín exquisito con el acento propio de las más antiguas provincias del imperio romano.
Finalmente, estoy dispuesta a trasladarme a Roma de inmediato -para hacer menos abrupto el traspaso de competencias- y también a cambiar de residencia durante mi mandato, si la Santa Madre Iglesia emprendiese -como tantas multinacionales en nuestros tiempos- una deslocalización de su Sede.
Un cordial saludo urbi et orbi,
Pepa Pertejo

Reverendísimos señores:
ResponderEliminarAñadan a la candidatura de Pepa Pertejo la humildad, el trabajo y una incombustible FE.
Amén.
jajajajajaja
ResponderEliminar¡Ay, sí, Harry: una fe que mueve montañas! Pero me da que ni por esas... El cónclave está al caer y a mí no me ha llamado nadie.
ResponderEliminar¡Qué alegría oír aún su risa del 18 de febrero! Maravillosa escritura, que todo lo conserva.
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