Cuando todo va mal


Refunfuñas que todo va mal


y remueves el sofrito en la sartén.


Y huele que alimenta


y tienes qué comer.





Gruñes que todo va mal,


cambiando de canal hasta quedar exhausto.


Y la tele es de plasma


y todavía hay luz.





Berreas que todo va mal


en la ducha, en el trabajo o


en la cola del paro, en la cama,


pero aún sale el agua de los grifos,


y aún te endulzan el sueldo o el subsidio


la acritud de la vida,


y aún sostiene el colchón tu peso por las noches,


tus embates fogosos,


tus más pesados sueños.





Aúllas que todo va mal


y que nada tiene ya remedio.


¿Eso crees? Ponte cómodo,


espera quejumbroso,


con los brazos caídos.


Todo va a ir peor.


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