Confesión
No una, sino dos
veces son ya las que
he creído encontrarte
en plena calle y verte
como eras ayer.
No como eres hoy, cuando
casi ni nos hablamos
y, a pesar del amor,
a duras penas puedo
entender lo que dices;
¿acaso tú me entiendes?
No una, sino dos
veces me he quedado
mirando boquiabierta,
corazón desbocado,
a ese tú que tú fuiste
en un desconocido
que he tomado por ti,
y prudente he frenado
el impulso apremiante
de correr a abrazarlo,
de decirle: “Te quiero”,
y también: “¿Dónde estabas?”.
No sé si a ti te pasa,
si ves en los vagones
de metro a otras yo
que son la yo de entonces,
de cuando todavía
no se alzaba entre ambos
un muro de reproches
callados por prudencia.
De ser así, ¿tú crees
que bastaría con que
ambos desconocidos
se encontrasen un día
y se reconociesen
brevemente y cruzasen
una dulce sonrisa,
para que tú y yo
pudiésemos mirarnos
y vernos y abrazarnos
y decirnos: "Te quiero"
otra vez, y partir
la pared por en medio?
Para C.
la pared por en medio?
Para C.
'Noumande enndeunitho
ResponderEliminarNourapaya inntheundritho '
( Ayer, ella estaba en flor.
Hoy, ella se marchita. )
Poema otomí, segons
la tradició oral.
Fes un petó a la Ruth i el Salva, Pepa.
Benvolgut amic:
ResponderEliminarTot i que, en general, la Ruth i el Salva solen mostrar-se reticents a acceptar petons anònims, sempre fan una excepció si els petons són otomins.
Tots tres corresponem els seus petons com es mereixen.