Azulita
Era azul Azulita,
azul de nacimiento:
azul mar, azul llanto,
azul sueño, azul viento…
Azul, pues, discurría
líquida, puro aliento,
y en gotas se perdía
deshecha en sentimiento.
Llegó entonces la risa,
certera flecha ardiendo,
y el amor por la vida
prendió en su pecho, intenso.
Aún azul, Azulita
ahora es azul fuego.
Foto de Pepa Pertejo
" Azul nacimiento... "
ResponderEliminarComo me gusta. Me lo guardo.
Un abrazo Pepa.
Azulita podría vivir feliz en una arpillera, entre recuerdos, hilos y manos de mujer
ResponderEliminar'Són espurnes d'acer que brillen !'
ResponderEliminar( Hölderlin ).
Un petó de Johannes S.
¡Gracias, amigos!
ResponderEliminarUn petó per tu, Johannes, i et prego que transmetis les meves salutacions i reverències a Hölderlin per haver contingut en tan poques paraules una imatge immensa...
¡Bingo, Maite! Azulita proviene de una arpillera que por ahora solamente existe en un futuro legendario (como la Tontina de "Olvidado rey Gudú", que venía de un tiempo lejano aún no sucedido). Gracias por llevarnos a Azulita y a mí a conocer a las arpilleristas: sus recuerdos, sus hilos y sus manos.
Todo tuyo, Violeta, el color azul nacimiento, que es más profundo que el azul marino y más elevado que el azul cielo. Un abrazo.
entre el azul celeste y el azul marino..hay un azul turquesa en las aguas cristalinas..ahi podría quedarme para siempre :)
ResponderEliminarEs un poema de una (aparente) sencillez deliciosa. Me gusta mucho Pepa!
ResponderEliminarSaludos!
Sandra Sánchez
¡Qué bonito el azul que tú dices, Elena! A lo mejor es que eres mitad sirena...
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra. Azulita quería contener una pizca de la gran fuerza que late en la vulnerabilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
todo es posible ;)
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