Minúsculo tratado de leyes
¡Qué manía con atribuirle a la ley de la oferta y la demanda las mismas propiedades de las que se precia, merecidamente, la ley de la gravedad! Ésta es demostrable, ineludible e irrebatible. Aquélla, en cambio, es una invención de utilidad pasmosa: sirve de quitasol a los acomodados, proveyéndolos de una perfecta excusa para su abundancia, y de paso procesionario sobre los hombros de los pobres, que le entonan sus lamentos compungidos.
¡Abajo la falacia del mercado, rueda de molino con que se empeñan en hacernos comulgar nuestros mandatarios! ¡Arriba la ley de la gravedad! Tal y como están las cosas, necesitamos más que nunca mantenernos en pie y pisar bien fuerte.
¡Abajo la falacia del mercado, rueda de molino con que se empeñan en hacernos comulgar nuestros mandatarios! ¡Arriba la ley de la gravedad! Tal y como están las cosas, necesitamos más que nunca mantenernos en pie y pisar bien fuerte.
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