En el año 2000
Creía de niña que en el año 2000 tendría:
1 marido,
2 hijitos de cachetes sonrosados,
1 trabajo estable, deleitoso y lucrativo,
1 traje de chaqueta elegante y azulón.
Con apenas 1 década de retraso, tengo ya:
1 marido estable, elegante, deleitoso y de cachetes sonrosados,
1 trabajo azulón.
Diría que mi porcentaje de éxito es más que razonable porque ¿quién necesita lucro y un traje de chaqueta?
Para no echar en falta los hijitos que aún no he tenido, me acompañan los niños deliciosos y desconcertantes de los cuentos y artículos de Ana María Matute –recogidos en el volumen titulado La puerta de la luna (Barcelona, Destino, 2010)–; incontables niños vulnerables y crueles, niños a la intemperie que, a la chita callando, me aguijonean el corazón y me suspenden el aliento. Criaturas que parecen escritas sin esfuerzo –el mayor logro del creador: el virtuosismo que pasa inadvertido y convierte el artificio en sencillez–.
No me hacía, de niña, planes sobre el número de amigos que en el 2000 tendría, porque en la infancia los amigos se daban por hechos y, a la hora de los deseos, solamente se acordaba una de pedir lo que más lejos le quedaba. Hoy celebro, con una felicidad incrédula, vergonzosa, halagada, que “Las uñas negras” haya recibido la visita de sus primeros 2000 lectores, fieles amigos de Pepa y de estas líneas que escribe con tenacidad u obstinación.
Más niña todavía de lo que debiera, para el verano me contento con:
1 montaña de libros que leer
60 excursiones o paseos vespertinos
1000 páginas escritas, 500 reescritas, 200 publicadas
10 o 20 desayunos, meriendas o cenas entre amigos
La compañía constante de quien siempre está conmigo.
Se ve que, con los años, desea una tanto recibir alegrías nuevas como conservar, oro en paño, las que ya le pertenecen: ¡cuánto se perdería, si no, sin haber reparado nunca en ello!
1 marido,
2 hijitos de cachetes sonrosados,
1 trabajo estable, deleitoso y lucrativo,
1 traje de chaqueta elegante y azulón.
Con apenas 1 década de retraso, tengo ya:
1 marido estable, elegante, deleitoso y de cachetes sonrosados,
1 trabajo azulón.
Diría que mi porcentaje de éxito es más que razonable porque ¿quién necesita lucro y un traje de chaqueta?
Para no echar en falta los hijitos que aún no he tenido, me acompañan los niños deliciosos y desconcertantes de los cuentos y artículos de Ana María Matute –recogidos en el volumen titulado La puerta de la luna (Barcelona, Destino, 2010)–; incontables niños vulnerables y crueles, niños a la intemperie que, a la chita callando, me aguijonean el corazón y me suspenden el aliento. Criaturas que parecen escritas sin esfuerzo –el mayor logro del creador: el virtuosismo que pasa inadvertido y convierte el artificio en sencillez–.
No me hacía, de niña, planes sobre el número de amigos que en el 2000 tendría, porque en la infancia los amigos se daban por hechos y, a la hora de los deseos, solamente se acordaba una de pedir lo que más lejos le quedaba. Hoy celebro, con una felicidad incrédula, vergonzosa, halagada, que “Las uñas negras” haya recibido la visita de sus primeros 2000 lectores, fieles amigos de Pepa y de estas líneas que escribe con tenacidad u obstinación.
Más niña todavía de lo que debiera, para el verano me contento con:
1 montaña de libros que leer
60 excursiones o paseos vespertinos
1000 páginas escritas, 500 reescritas, 200 publicadas
10 o 20 desayunos, meriendas o cenas entre amigos
La compañía constante de quien siempre está conmigo.
Se ve que, con los años, desea una tanto recibir alegrías nuevas como conservar, oro en paño, las que ya le pertenecen: ¡cuánto se perdería, si no, sin haber reparado nunca en ello!
¡Suma y sigue, Pepa!
ResponderEliminarIgualmente, Harry. (Las matemáticas también son una fuente de felicidad.) Besos.
ResponderEliminarHola Pepa, soy el Señor Futuro.
ResponderEliminarNo te preocupes al respecto, yo que estoy ahora mismo en el año 2023, te puedo confirmar que tus objetivos se cumplirán sobradamente e incluso superarán tus aspiraciones mas optimistas.
La contabilidad nunca refleja con fidelidad el estado de la cosas. Te lo digo por experiencia.
Desde el Penedès disfrutando de un descanso merecido,...
El Futuro
Queridísimo Señor Futuro,
ResponderEliminarGracias por tomarse la molestia de utilizar un medio tan anticuado como internet para satisfacer su gusanillo de lectura y por recalar precisamente en este humilde blog.
Le agradezco los entusiastas pronósticos que -si como usted dice, en el 2023 son ya rigurosa realidad- me tomo como anticipos fiables de lo que vendrá.
¡Le deseo un feliz descanso en el Penedès y un buen viaje de vuelta!
felicidades por todo lo bueno q tienes,y especialmente por saber apreciarlo! ;)
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