QUIMERA para niños


El número de abril de la Revista Quimera está escrito especialmente para lectores pequeños: textos originales de todo género y de diversos autores. Entre ellos, Teatro sobre plano, una pieza dramática breve de Ruth Vilar con ilustraciones arquitectónicas de Roger Vilà.

Aquí tenéis un anticipo:

PRESENTADOR. Queridos espectadores: poneos bien cómodos en vuestros asientos y preparaos para asistir a la representación de esta comedia de andar por casa. La obra se titula «Teatro sobre plano». Guardad silencio y prestad atención: por una vez sois vosotros, los adultos sabelotodo, quienes escucháis, y nosotros, los niños inquietos, quienes hablamos. ¿Estáis a punto? ¡Empieza la función!

(¿Te has atrevido a leer en voz alta esta primera réplica? ¡Bien hecho! Eso es ensayar; puedes empezar a decir tus frases con el papel en la mano y aprendértelas a medida que ensayas. Pero ¡cuidado!: no las repitas como lo haría una cacatúa amaestrada. Para decir una réplica ‒o una obra entera‒ y que el público la entienda y la disfrute, hace falta que primero la entiendas y la disfrutes tú. A tu edad, ya te habrás dado cuenta de que a los mayores les basta con que recites cualquier tontería con cara de niño mono para quedarse con la boca abierta; también habrás notado que, si te disfrazas, el efecto que ejerces sobre ellos se multiplica. Es agradable que te admiren, ¿verdad? Pero ¿quieres que te sigan admirando de la misma manera que cuando tenías tres años y cantabas «a mi burro, a mi burro le duele la cabeza» poniéndote las manos encima de la mollera? Ahora ya eres capaz de discurrir y de eso trata esta obra: de que pienses, sientas y te expreses delante de tus espectadores. Antes de continuar, debo confesarte que cuando he escrito «nosotros, los niños inquietos» en la primera intervención del PRESENTADOR, he tomado prestada esta expresión del título de un libro que me gusta muchísimo: Lecciones de poesía para niños inquietos, del poeta granadino Luis García Montero. ¡Anímate a buscarlo en la biblioteca o a pedirlo en una librería! Seguro que, después de leerlo, también tú te considerarás un niño inquieto: alguien que piensa, que siente y que se expresa.)

PRESENTADOR. Cuando los niños vamos al teatro, el escenario está siempre lleno de animales prodigiosos, de seres fantásticos o de actores que cantan y bailan con vestidos de todos los colores. Nos divierten estas obras, es verdad. Pero también tenemos otros gustos y, sobre todo, otras preocupaciones. Por eso, hoy os presentamos una obra de teatro político. Para los que no sepáis qué es «teatro político», diré que no es un tipo de teatro en el que la gente grita y se insulta, como hacen los políticos por la televisión. Tampoco hay nadie soltando un mitin con la cara colorada por el esfuerzo. Lo que vais a ver representado aquí es un problema. No nos lo hemos inventado nosotros, ni tampoco la señora que ha escrito la obra. Es un problema que existe. ¡Ojalá al final, entre todos, se nos ocurra cómo ponerle remedio!


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