Mamá
La primera palabra es encarnada
como sangre de parto,
como ascua de aliento,
como abismo que se abre
y estalla en nueva vida.
La primera palabra es acuciante
como vigilia oscura,
como grito de amparo,
como manitas frágiles
asiendo el mundo todo.
La primera palabra es balbuceo
de a de alma desnuda,
de m de mar abierto.
Una palabra sola, la primera,
y queda resarcida,
aun sin saberlo el niño,
la madre
del desvelo eterno y solitario,
del dolor inenarrable e infinito
que la zarandea y que la hiere
con cada soplo de aire
que azota las mejillas de su hijo.
como sangre de parto,
como ascua de aliento,
como abismo que se abre
y estalla en nueva vida.
La primera palabra es acuciante
como vigilia oscura,
como grito de amparo,
como manitas frágiles
asiendo el mundo todo.
La primera palabra es balbuceo
de a de alma desnuda,
de m de mar abierto.
Una palabra sola, la primera,
y queda resarcida,
aun sin saberlo el niño,
la madre
del desvelo eterno y solitario,
del dolor inenarrable e infinito
que la zarandea y que la hiere
con cada soplo de aire
que azota las mejillas de su hijo.
Parece que seas madre, sentimiento clavado.
ResponderEliminarGRACIAS
Gracias a ti, por recoger estas palabras y dejarte acunar por el sentimiento que las dicta.
ResponderEliminarUn poema que llega hondo Pepa.Me ha encantado de principio a fin.
ResponderEliminarSaludos! :)
¡Benditas sean las madres del mundo, Pulga! ¡La de amor que les cabe en las entrañas!
ResponderEliminarel mar, como bolsa amniotica por la q navegamos al nacer..naciendo el alma desnuda..que fuerza extraña tienen tus palabras,gravitatoria casi :)
ResponderEliminar¿Estaremos todavía deseando volver a flotar, a gravitar, al abrigo del vientre de la madre?
ResponderEliminares posible q nunca encontremos nada tan acogedor,como la cueva-laguna donde buceamos durante nueve maravillosas lunas.......
ResponderEliminar¿Será ése nuestro paraíso perdido, ilse?
ResponderEliminar