Buenas noticias para la cultura

Tadeusz Różewicz vive. Y, a pesar de la relativa inaccesibilidad de su obra –poética, dramática, ensayística– en nuestras librerías y bibliotecas, su literatura es una rareza preciosa y plenamente contemporánea. Hasta ayer, lo confieso, no había leído ni uno solo de sus poemas. Sin embargo, hoy me embarga el deseo inaplazable de encontrarme con él en sus textos, así como el temor de que, tras empaparme de su dolor infinito, tal vez quede también yo desconsolada para siempre.

Este súbito interés nació en el estreno de «Oblideu-vos de nosaltres», el pasado viernes 15 de julio en el Círcol Maldà. La obra nos ofrece un retrato aparente biográfico de un escritor que ha vivido la Segunda Guerra Mundial y se pasa el resto de sus días debatiéndose entre la supervivencia desesperada, la responsabilidad moral del hombre y del poeta y la elaboración de un discurso literario y vital propio. En realidad, el espectáculo parte de una dramaturgia francamente madura y de una sencillez notable de Evelyn Arévalo, que además dirige el montaje y toma parte en él como actriz. Para su creación, ha rescatado los tres «yo» que recorren la producción literaria de Różewicz y les ha concedido la palabra por separado, encarnándolos en tres personajes distintos. Con esta intervención dramatúrgica que rehúye la obviedad y sin renunciar a la complejidad del material poético del autor polaco, consigue llevar de la mano al público confiado estirando suavemente del hilo argumental; la poesía de Różewicz –verdadera protagonista de la obra– embriaga y desencaja a los espectadores sin la menor sacudida, con delicadeza, de un modo sutil. La puesta en escena y las interpretaciones –de Arnau Puig, Mireia Sanmartin y Evelyn Arévalo– caminan en el mismo sentido: imperan la sobriedad y la emoción de una pieza, sin aspavientos.

En estos días de miseria en que, incomprensiblemente, se ponen como modelo cultural a seguir «festivales con presupuestos de entre tres y seis millones de euros» –en sabias palabras de Ingrid Guardiola, tomadas de su artículo «La cultura después del 15M en 2.500 caracteres» aparecido en Cultura/s el miércoles 13 de julio–, la buena noticia es que pueden ir al Círcol Maldà y asistir a las representaciones de «Oblideu-vos de nosaltres» hasta el 24 de julio. El espectáculo, cuyo presupuesto se aleja cósmicamente del «modelo cultural a seguir», les inyectará como un veneno la duda necesaria: la Segunda Guerra Mundial –con su final sin rendición, sin conclusión real– ¿destruyó a la humanidad? Como un veneno o como un antídoto.

Para acabar, otra buena noticia: durante el mes de agosto podrán leer seis artículos de Ingrid Guardiola en el diario Público. La cultura auténtica, la que crean personas como Ingrid Guardiola –pensadora y autora verbal y audiovisual, animal cultural irreductible– y Evelyn Arévalo –mujer de teatro a pie de obra que sabe quiénes son Sontag y Gombrowicz–, nos abre una puerta a la esperanza.

Comentarios

  1. hola pepa,

    gracias por el artículo, espero poder acercarme al círculo maldá, siempre me aportas sabia e información nueva, te lo agradezco mucho.

    besos con cometa

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  2. Gracias a ti, peregrinita, por visitar estos andurriales. Si puedes, ves al Maldà esta semana y cuéntame luego.

    Besos acalorados.

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  3. Supongo que conocerás el libro, pero a mí me descubrieron a este autor unos amigos el pasado año, gracias a una selección de poemas publicada en catalán con el título "Udols d'un llop de paper", publicado por Edicions 96 en 2010 y con una extensa y excelente introducción del editor y traductor. Merecen la pena, especialmente, para mi gusto, los poemas de las décadas de 1940, 1950 y 1960, algunos verdaderamente extraordinarios.

    Saludos

    Francisco

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  4. Francisco, buscaré el volumen que recomiendas para darme un banquete de poesía. Me gustan las introducciones de los traductores, que os peleáis durante tanto tiempo con la palabra auténtica de los poetas para trasladarla en plenitud.

    Gracias por pasarte por "Las uñas negras" y felicidades por tus dos acogedoras casas-blogs ["Por mi mano plantado..." y "Francisco López Martín, traductor"] que invitan a visitarte de vez en cuando.

    Un abrazo.

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